Bautismo por Fuego

De pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad, de país en país, el mensaje de advertencia de la verdad presente debe ser proclamado, no con ostentación exterior, sino en el poder del Espíritu, por hombres de fe. En el incensario de oro de la verdad , tal como se presenta en las Escrituras, hay algo que convencerá y convertirá a las almas. A medida que la verdad que nuestro Salvador vino a proclamar a este mundo se presenta en la sencillez del evangelio, el poder del mensaje se hará sentir. En esta era, una nueva vida que viene de la Fuente de toda vida ha de tomar posesión de cada trabajador fiel. ¡Oh, cuán poco comprendemos la amplitud de nuestra misión! Necesitamos tener una fe ferviente y resuelta y un valor inquebrantable en el Señor. Nuestro tiempo para trabajar es corto, y debemos trabajar con celo incansable.—The Review and Herald, 29 de noviembre de 1906

Antes de que los siete ángeles toquen sus siete trompetas, Juan ve a otro ángel, que tiene un incensario de oro. Este ángel viene y se para ante el altar del incienso en el cielo. (Nota: había dos altares en el templo judío: uno para el incienso y otro para el sacrificio. En Apocalipsis, no hay ningún altar para el sacrificio porque el sacrificio del Cordero, Jesucristo, ya ha sido ofrecido una vez para siempre). A este ritmo, al ángel se le da mucho incienso para ofrecer, el cual, como vimos anteriormente, representa las oraciones del pueblo de Dios.

¿Y por qué oraba específicamente el pueblo de Dios? Allá en el capítulo seis, las almas bajo el altar preguntan: “¿Hasta cuándo, Señor Soberano, santo y verdadero, hasta que juzgues a los habitantes de la tierra y vengues nuestra sangre?” El pueblo de Dios está orando por juicio; Le están pidiendo a Dios que arregle todo lo que está mal en el mundo. En los Siete Sellos y las Siete Trompetas vemos cómo Dios comienza a hacer eso.

Estos estudios estan basados en Ezekiel 8-10, Isaias 6 y Apocalipsis 6-8

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